viernes, 15 de abril de 2011


No te quedes allí sentada, viendo la televisión y comiendo guarrerías, A no ser que quieras volver a casa con un par de kilos de más. No dejes que el aburrimiento te invada, repélelo. Coge papel y lápiz. Comienza a escribir las cosas que te apetece hacer hoy. ¿Ya?, ¿has terminado?. Bien, ahora léelo detenidamente y escoge que tarea que quieres hacer primero. -“Montar en bicicleta”- Coge la chaquetita de entre tiempo por si refresca la coger velocidad bajando por las inmensas cuestas que rodean aquel lugar. Gafas de sol, tu boina preferida. Coge también calzado cómodo. ¿Por qué no te pones esas zapatillas que van contigo a todas partes?, si esas de dibujitos de colores. Llévate una mochila pequeña para meter tu lista de tareas y el material que vayas a utilizar en las siguientes actividades. ¡En marcha! Siente el sol en tu espalda, el viento, formado por la velocidad que coge tu bicicleta, ondeando tu pelo. Una cuesta grande y larga… ¡Tírate!, ¡Sin miedo! Suelta el manillar y alza los brazos y la cabeza hacia el cielo. ¿Te sientes liberada? Pedalea hasta aquel lugar soleado y que tantos recuerdos te trae a la mente. Siéntate en una piedra y dedícate a mirar a tu alrededor. ¿Qué ves? -Veo un gran precipicio. Al fondo las montañas, abajo un riachuelo. ¿No ves nada más? -No. ¿Segura?, mira a tu alrededor atentamente. ¿Lo ves? -Si. ¿Qué es lo que ves? -A mí de pequeña. Tendría unos seis años. Estoy con mi familia paseando, pero yo me he salido del camino y me dirijo al borde del precipicio. Me paro y miro hacia abajo. Es muy profundo.

¿Y tu familia?, ¿dónde está? -No está. Me he quedado sola. ¿Qué haces? -Llorar. No puedo dejar de llorar. Saca la cámara que llevas en la mochila y fotografía el paisaje que tienes enfrente. “Clic” Dale al play para ver la fotografía que acabas de tirar. ¿Qué ves?. ¿Por qué lloras? -Veo…Me veo a mi cayendo por la cuesta del precipicio. Mi familia está detrás tirando de mí. No pueden y yo soy muy débil, no aguantare mucho agarrada al troco de ese árbol. ¿Caes? -Sí. Colina abajo. ¿Lo entiendes? -No. He caído y sin embargo aquí estoy. Mi familia está en casa preparando la comida. Caíste, tu familia no. Sin embargo afirmas verles, afirmas sentir el latido de su corazón, su respiración… ¿Sientes los tuyos? … -Entonces…¿Dónde estoy? Dónde tú quieras estar.