lunes, 24 de marzo de 2014

Monólogo interior.


Te sientas frente al ordenador. Silencio, nada más.
En tu cabeza retumba aquel examen suspenso, aquella bronca con tu familia.
De todo ese caos consigues sacar algo en claro, consigues sacar una imagen cual calcetín atrapado en una gran bola de ropa mojada.
Esa es sin duda la imagen y la sensación que más te duele.
FRACASO. En todo aquello que intentas hacer. Quisiste hacer feliz a la persona que lo era todo para ti, pero fracasaste. Quisiste dejarle huella, y posiblemente lo consiguieras, solamente que tu nunca lo sabrás.
“Es de pocas palabras” decías, pero… ¡¿Qué diantres?! Eso tampoco es excusa.
Tanto tiempo viviendo en la incertidumbre de sus sentimientos, mal entendidos en cada palabra que tu interpretabas de un modo que según él era diferente. Nunca pareció que se alegrara de tus éxitos, no te hizo saber lo especial que eras, no lo suficiente para creértelo de una vez por todas.
Una más, y quizás, una de las peores. Así te ves, ¿verdad?.
Tan joven, con tantas cosas por vivir y experimentar… Mírate, encerrada en tu cuarto, tumbada bajo cientos de mantas, esquivando la luz del sol.
“Nada sale bien, todo se tuerce y la peor parada soy yo” te repites una y otra y otra y otra vez en la cabeza. No sientes que tus esfuerzos, sacrificios e intenciones hayan sido lo suficientemente valoradas, te sientes así, digamos lo claramente: COMO UNA MIERDA.
Seamos francos, esto es así. Te sientes sola, aunque haya mucha gente a tu alrededor. En casa, tu habitación y las series son ahora tu apoyo, tu manera de evasión momentánea. La música ahoga esos gritos y esos insultos que se repiten día tras día y que tan hondo calan.
Tan cansada de siempre lo mismo, tan confusa con todo, tan indecisa… Eres como una olla express, una centrifugadora. Eres todo caos.
Iba a concluir dándote animo y positivismo, pero ni siquiera yo encuentro las fuerzas para hacerlo, amiga mía.
Estamos hundidas sí, pero como dice aquella canción que tanto te gusta: “Recuerda que si caímos en picado fue porque una vez fuimos nubes con la mente”
Dicho esto solo puedo pedirte una sola cosa, gastare las pocas fuerzas que me quedan para pedirte que vuelvas a ser una nube pero no solo con la mente.                                   

                                                                                            Fdo:Tu "yo" interior.   

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