jueves, 13 de octubre de 2011

Siempre fue y sera un placer haberte conocido.


Canciones, letras, gestos, expresiones, caminos, pisadas… Todo tiene un significado para mí.

Las pisadas que dejábamos al andar por esos caminos interminables que amenizábamos con nuestras letras absurdas, con canciones que ni si quiera nos gustaban. Bailando, saltando y bromeando.

¿Qué es ahora de esos días?

¿Qué ha pasado con nosotros dos?, ¿qué ha sido de esas melodías?, ¿las has olvidado?

Se me parte el corazón solo de pensar que ya no significan nada, al menos para ti.

Supongo que habrás metido las letras, las melodías, las palabras, los gestos, los recuerdos, en aquel baúl gris cubierto de polvo del fondo del armario, ese baúl que un día dijiste que no usarías.

Ese mismo, del que temí acabar dentro.

“Tú y yo, siempre”

Que fácil resultaba pronunciar esta frase en esos días de luz, ¿verdad?

Y que lástima me da ver que no se ha cumplido como ambos esperábamos.

¿Mal entendidos?, ¿malas influencias?, ¿acaso estábamos cansados el uno del otro?

Maldigo el día en que te fuiste, maldigo el día en el que quizás yo no supe controlarme, maldigo el día en que ese siempre se desvaneció como el humo en la inmensidad del firmamento.

Y mientras escribo estas líneas, sí, has acertado, estoy llorando. ¿Por ti?, ¿por nuestra amistad perdida?, ¿por ese amor existente pero al que no dejamos que salga y nos lleve de vuelta al camino que competíamos?...

Estoy escuchando una canción que me trae muy buenas recuerdos, una de esas canciones que tanto cantamos y con la que tantos caminos recorrimos. Sin embargo me hace llorar de pena. “Total eclipse of the heart” de Bonnie Tyler. ¿Recuerdas lo bien que nos lo pasábamos cantando nuestra propia versión?

Debes de pensar que soy estúpida por oírla si tan triste me pone, pero sinceramente, pesan más lo buenos recuerdos que la pena de mi corazón. Porque formaste parte de mi vida, y siendo positiva, espero que lo sigas siendo.

También me repatea no poder ver sin derramar lagrimas nuestras fotos, las de pequeños, las de aquel maginífico y perfecto viaje a París. Cuanto daría por volver a esos tiempos de clama y disfrute...

Pero ante todo has de saber, que nunca me puse en contra tuya, nunca quise dejarte machar, solo estoy cansada de luchar mientras tú te alejas más y más.


Tú lo das todo por perdido, yo estoy cansada de luchar. Gracias por todo.


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