lunes, 6 de diciembre de 2010

Granddad


Tantos años juntos, compartiendo viajes, risas, enfados, historias…
Historias del pasado, de tu vida, de cómo conociste a la que fue la mujer de tu vida,
tus hazañas, tus trabajos en el periódico, tus aventuras junto a tus amigos…
Recuerdo que te prometí que nunca me cansaría de oírlas.
Pero fui demasiado confiada y no te exigí que me lo contaras todo,
Ahora me arrepiento, porque un fatídico destino decidió separarnos,
Decidió que debías irte… Y yo aquí con tantas preguntas y curiosidades sobre ti.

Aún mi corazón sigue angustiado, ambos no sabemos si te fuiste
sabiendo que te amábamos.
Nunca podre perdonarme el no haberme despedido en condiciones, un simple adiós, un sincero te quiero, nada.

Te fuiste y yo sin despedirme.
Quizás hayan pasado ya cuatro años, cuatro años bastante extraños.
Cuatro años en los que no paro de regañarme por haber sido tan estúpida…
El sábado volvimos a verte, toda la familia junta.
Me prometí no llorar y demostrarte que soy fuerte, como tú, pero
Cuando dejamos caer las flores sobre tu tumba…Lo siento, no pude evitarlo.

¿Dios?, ¿quién es él para mí? NADA.
A veces preferiría ser como los demás, creer en él para poder rezar cuando voy a verte,
porque no sabes lo incómodo que es quedarse mirando a tu tumba y no saber a quién recurrir…
A veces preferiría creer para no volver a callarme, para no arrepentirme de no decirte las cosas, por el simple hecho de quedarme más tranquila sabiendo que alguien, estés donde estés, te cuidará.

Daría lo que fuera por volver a oír tu voz, por mirar por última vez esos ojos azules, por besar tu áspera piel, por reír y escuchar infinidad de historias.


TE QUIERO ABUELO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario